Elon Musk ha presentado una denuncia contra OpenAI y Sam Altman, alegando que la compañía ha abandonado sus principios fundacionales de ser una organización sin ánimo de lucro dedicada a avanzar en la inteligencia artificial de manera beneficiosa para la humanidad. Musk acusa a OpenAI de convertirse en una «filial de facto de código cerrado» de Microsoft, priorizando los beneficios económicos para la empresa tecnológica en lugar del beneficio general para la humanidad.
La denuncia se centra en el desarrollo de GPT-4, donde OpenAI ha optado por una postura más cerrada y propietaria, marcando una desviación de sus inicios abiertos. Musk destaca la falta de transparencia en el diseño interno de GPT-4, considerándolo un secreto comercial más que una medida de seguridad, ya que no hay publicaciones científicas detalladas sobre su arquitectura.
El empresario también señala la reciente reestructuración de la junta directiva de OpenAI, argumentando que Sam Altman seleccionó a miembros con escasa experiencia técnica y más orientados hacia el beneficio y la política que hacia la ética y la inteligencia artificial. Musk destaca el poder coercitivo que Microsoft ejerce sobre OpenAI, citando declaraciones del CEO de Microsoft, Satya Nadella, que sugieren una estrecha colaboración entre ambas empresas.
Elon Musk, conocido por su postura crítica hacia la inteligencia artificial, subraya en la denuncia su preocupación por la rápida evolución de la IA y la falta de regulación. La demanda refleja su temor a la Inteligencia Artificial General, la cual considera una amenaza existencial, y plantea cuestionamientos sobre la independencia y la orientación ética de OpenAI bajo su actual dirección.
Hasta el momento, ni OpenAI ni Sam Altman han emitido declaraciones en respuesta a la denuncia de Elon Musk.